40 DÍAS PARA LA COP - LLAMAMIENTO A LA ACCIÓN A L@S JOVENES

40 DÍAS PARA LA COP - LLAMAMIENTO A LA ACCIÓN A L@S JÓVENES

Este blog invitado forma parte de una serie que pretende ser un espacio dedicado a los numerosos movimientos/campañas mundiales que se enfrentan a la destrucción de los ecosistemas para que compartan sus historias, relatos y perspectivas.

Este blog invitado fue escrito por Reagan Elijah, politólogo, Co-director de Youth For Ecocide law Africa y Co-fundador de Debt For Climate Uganda.

La COP es el evento anual en el que miles de personas de todo el mundo se reúnen para debatir sobre las soluciones a la crisis climática mundial. Este año es la 28ª COP organizada por los Emiratos Árabes Unidos y su presidente es el Sultán Al Jaber, líder de la mayor petrolera de los EAU.

¿Qué significa esto?

Significa que existe un riesgo significativo de que no cambie gran cosa y se sigan las pautas de las anteriores COP, probablemente más de las mismas promesas vacías y bonitos discursos.

¿Qué es lo que se necesita cambiar?

En mi opinión, tenemos que cambiar el tono de esta cumbre y convertirla en un diálogo más sólido y duradero.

¿Cómo?

Estoy de acuerdo con mi compañera Jojo Mehta en que lo que falta en la agenda medioambiental es el derecho penal. El derecho penal es lo que utilizamos para trazar la línea roja entre lo que es moralmente aceptable y lo que no lo es. Y lo que está ocurriendo con la naturaleza y los ecosistemas es moralmente inaceptable.

La justicia climática, en referencia a los fondos propuestos para pérdidas y daños, a la financiación climática y a los objetivos del Acuerdo de París de 2015 de eliminar progresivamente los combustibles fósiles y de mantener la temperatura global por debajo de 1,5 grados centígrados, no tendrá mucho sentido a menos que se centre en la incorporación del crimen internacional de ecocidio en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. La palabra justicia y el derecho penal aquí son muy importantes porque durante mucho tiempo se ha hablado de sostenibilidad sin que estuviera la justicia presente. No podemos hablar de alcanzar la justicia climática si no contamos con un derecho penal internacional que proteja esta justicia deseada. El crimen de ecocidio es algo que socava la justicia y el orden jurídico internacional que han sido establecidos para promover la justicia climática, la justicia social y la justicia medioambiental. Esa es la tragedia del Ecocidio.

¿Qué debemos hacer entonces?

En el camino hacia la COP28, debemos crear conciencia colectiva, y esta conciencia colectiva no consiste simplemente en decirle a la gente que el cambio climático es malo, porque todo el mundo, incluidos los líderes mundiales y los contaminadores, sabe que es malo. Lo que necesitamos es un cambio de conducta, algo que la criminalización ofrecerá.

Debemos asegurarnos de que quienes están produciendo la destrucción masiva de la naturaleza y de los ecosistemas sean castigados conforme a la ley. Necesitamos enmendar el Estatuto de Roma para que el Ecocidio sea reconocido como el 5º Crimen Internacional Contra la Paz junto con el genocidio, los crímenes de guerra, los crímenes contra la humanidad y los crímenes de agresión.

Debemos difundir este mensaje y esta solución en la COP28. No existe un derecho penal fundacional que impida la destrucción masiva de la naturaleza. Lo que tenemos que hacer ahora mismo es cambiar la ley para proteger la naturaleza. No hay forma de erradicar el ecocidio y todas las injusticias asociadas al cambio climático si no se cambian los hábitos de las personas.

Por lo tanto, debemos crear un entorno en el que, a través de una nueva legislación reconocida internacionalmente, el daño masivo al medio ambiente se convierta en algo moralmente inaceptable. Esto es algo que va a persistir en la diplomacia climática y en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), pero sólo a través de la Corte Penal Internacional podremos garantizar una verdadera salvaguarda.

He estado buscando la verdadera definición del mal y creo que he llegado a definirla. El mal es la falta de empatía. Es la falta de afecto por tus semejantes y por su entorno. Es el punto de unión de todos los agresores a lo largo de la historia.

En la COP28, los defensores de la justicia climática y ecológica deben aprovechar al máximo la oportunidad y hacer que cada conversación trate sobre la Ley del Ecocidio. Cada semana se proponen o avanzan nuevos Proyectos de Ley sobre el ecocidio en todo el mundo. La opinión pública está de nuestro lado, pero el tiempo no. Hago un llamado a todos los asistentes a la COP28 para que utilicen su presencia e influencia para presionar a los Estados miembros de la Corte Penal Internacional para que hagan algo valiente y apoyen el reconocimiento del ecocidio como crimen internacional.