BÉLGICA SE CONVIERTE EN EL PRIMER PAÍS EUROPEO EN RECONOCER EL ECOCIDIO COMO CRIMEN INTERNACIONAL

El Parlamento Federal de Bélgica votó el pasado 22 de febrero a favor de un nuevo código penal para el país que, por primera vez en Europa, incluye el reconocimiento del delito de ecocidio tanto a nivel nacional como internacional.

A escala nacional, el nuevo delito de ecocidio, destinado a prevenir y castigar los casos más graves de degradación del medio ambiente, como los grandes vertidos de petróleo, y se aplicará a las personas que ocupen los puestos más altos en la toma de decisiones y a las empresas. El castigo para los individuos puede incluir hasta 20 años de prisión, mientras que las empresas podrían enfrentarse a multas de hasta 1,6 millones de euros.

En el marco de la monarquía federal belga, la legislación medioambiental nacional es principalmente competencia de los tres gobiernos regionales de Flandes, Valonia y Bruselas. El ámbito de aplicación de esta nueva ley se limita a las áreas de competencia de la autoridad federal, incluidos el Mar del Norte y la gestión de residuos nucleares.

El limitado ámbito nacional del nuevo proyecto de ley no es motivo para desestimar su importancia, afirma Patricia Willocq, Directora de Stop Ecocidio Bélgica:
”El pasado noviembre, tras meses de implacable defensa por parte de una coalición diversa de aliados políticos, la Unión Europea llegó a un acuerdo para incorporar un nuevo delito específico en su recién revisada directiva sobre delitos medioambientales, dirigido a "casos comparables al ecocidio". Ahora, los 27 Estados miembros tienen la tarea de adaptar sus códigos penales nacionales a esta directiva actualizada, un proceso que se extenderá a las tres regiones belgas. Prevemos que este esfuerzo reducirá significativamente cualquier disparidad entre las leyes penales medioambientales federales y regionales. Dado que Bélgica ocupa la presidencia de la Unión Europea, esta directiva debería animar a las regiones a desempeñar su papel en el ámbito de sus competencias.
Bélgica está ahora a la vanguardia de una conversación verdaderamente global en torno a la penalización de los daños más graves a la naturaleza y debe seguir abogando por el reconocimiento del ecocidio en la Corte Penal Internacional, junto con el genocidio. Para proteger plenamente la naturaleza, es necesario criminalizar a quienes destruyen voluntariamente vastas extensiones del mundo natural, causando a su vez un daño humano incalculable. Seguiremos haciendo campaña para erradicar el ecocidio de Bélgica y del mundo".

Además, Bélgica se ha convertido en el primer país europeo en reconocer el ecocidio como crimen internacional en su código penal, basándose en la definición consensuada propuesta en 2021 por el Panel de Expertos Independientes (IEP) convocado por la Fundación Stop Ecocidio.

El país ya ha reconocido el genocidio, los crímenes contra la humanidad, los crímenes de guerra y el crimen de agresión, y ahora añade un elemento centrado en la naturaleza a su código penal al reconocer un quinto crimen de derecho internacional: el ecocidio.

Samuel Cogolati, miembro del Parlamento Federal (Partido Ecologista (Verde), que desempeñó un papel importante en la defensa de la inclusión del ecocidio en el nuevo código penal, declaró,
"Tras 4 años de lucha en el Parlamento y en la sociedad civil, nuestro código penal viene por fin en ayuda del planeta: los peores atentados contra el medio ambiente están a punto de ser penalizados. ¡Nuestra movilización está dando sus frutos! Enviemos una señal clara a la comunidad internacional: el Parlamento belga reconoce el ecocidio como quinto "crimen internacional".

La Directora general y cofundadora de Stop Ecocidio Internacional, Jojo Mehta, ha declarado:
”Bélgica ha demostrado hoy un fuerte liderazgo no sólo a nivel nacional, sino en nombre de todos los que somos más vulnerables y cuyos medios de vida se ven directamente amenazados cuando los más poderosos de la sociedad toman decisiones que provocan una destrucción masiva del medio ambiente.
El debate sobre la ley de ecocidio está cobrando cada vez más fuerza a todos los niveles. En el último año hemos visto cómo una
lista cada vez mayor de Estados han dado pasos concretos hacia el establecimiento de nuevos delitos nacionales de ecocidio, entre ellos Países Bajos, Escocia, México, Brasil, Inglaterra, Italia y España.
Con voces destacadas como la de Bélgica a la cabeza, se están logrando avances tangibles a escala internacional, especialmente en
Europa tras el acuerdo alcanzado el pasado noviembre para incluir los delitos de ecocidio en la directiva revisada sobre delitos medioambientales de la UE.
No me cabe duda de que veremos el reconocimiento internacional del crimen de ecocidio en un futuro próximo".

La inclusión del ecocidio en el código penal actualizado ha recibido un importante apoyo de la sociedad civil, y una petición organizada por Greenpeace ha conseguido más de 43.000 firmas.

Greenpeace formaba parte de una coalición de organizaciones que operan en Bélgica y que se unieron en torno a esta cuestión, entre ellas Stop Ecocidio Internacional, Canopea, Rise for Climate, Climate Justice for Rosa, Fondation européen pour le droit du vivant, Kaya, Climate Coalition y Grandparents for the Climate.