A UN PASO DE RECONOCERSE EL MAR MENOR COMO SUJETO DE DERECHOS

Este martes 5 de abril el Congreso de los Diputados votó, por mayoría absoluta (sólo un partido votó en contra), dar luz verde a la Iniciativa Legislativa Popular para dotar de personalidad jurídica al Mar Menor. Con ello, se inicia la tramitación de la ley que otorgará derechos propios a la mayor laguna salada de Europa que se convierte así en el primer ecosistema al que se protege de esta manera en este continente.

Con ello se produce un nuevo hito histórico en la relación de los seres humanos con la naturaleza que deja de ser considerada un objeto al servicio de estos para ser considerada como un sujeto con capacidad legal, como tienen las personas y las empresas. Prueba de ello es que Teresa Vicente, la profesora universitaria que ha sido una de las promotoras de esta iniciativa, va a viajar próximamente a Nueva York para presentar el contenido de la ILP en la Asamblea General de Naciones Unidas. Esta propuesta se ha conseguido sacar adelante gracias a la increíble movilización de miles de personas que han hecho que los parlamentarios tomen en serio la necesidad de actuar ante el ecocidio continuado que sufre este ecosistema tan singular.

La última etapa de este proceso de creación de la ley tendrá lugar en la Comisión de Transición Ecológica, en donde se podrán realizar enmiendas al texto (que en ningún caso deberán menoscabar el espíritu de la propuesta popular) y se tramitará por procedimiento de urgencia.

Conceder derechos a la naturaleza constituye una cara de la moneda que contiene en su otra cara la protección de estos derechos a través de la ley. Celebramos enormemente que se reconozcan derechos pero no es suficiente para garantizar la protección: hay que complementarlo con la creación de una ley que penalice internacionalmente el causar graves daños extensos o a largo plazo a la naturaleza, es decir, la ley del ecocidio. Con ambas cosas, derechos y ley, es evidente que la protección del medioambiente se convierte en un deber jurídico pero también en un deber moral y también se establecen las bases del cambio de paradigma que la humanidad ha de realizar para volver a la armonía con la red de vida planetaria de la que forma parte.